Este año ha estado cargado de nuevos desafíos para Chris Madrid. El deportista, activista y corredor de montaña enfrenta este segundo semestre con dos grandes metas: ha sido nombrado embajador de la Fundación Glaciares y en diciembre parte a la Antártica como guía de expediciones.
Los que lo conocen no se sorprenderán al saber que ya se está preparando, tanto física como mentalmente; además de haber retomado sus libros para recertificarse y hacer de su próximo trabajo una experiencia completa.
“Siempre he tenido grandes sueños y pensaba que cuando fuese un atleta y guía de montaña profesional haría algo más que lograr récords; pensando en que las marcas que impusiera tuvieran objetivos y a través de ello contar historias: como por ejemplo qué hay en la montaña, qué no se ve y cómo protegerla. Y ahora con el apoyo de la Fundación Glaciares, puedo hacer más difusión y concientización”, explica.
Y respecto a su segundo desafío, como estudioso que es, reconoce que siempre le apasionó la historia de la exploración de la Antártica. Su viaje a la zona comienza la segunda semana de diciembre, fecha en la que se convertirá en guía de ocho expediciones que se realizarán en un período de dos meses, ocasión en la que aprovechará educar, difundir y enseñar a los deportistas que asistan –novatos o experimentados- a proteger la zona.
Por lo mismo, y pensando en todos aquellos que ven en la naturaleza su segundo –o primer- hogar, Chris Madrid entrega una seria de recomendaciones a seguir al momento de enfrentar un cerro, montaña o terreno a explorar.
Para él, lo principal es “elegir un destino que encaje con la experiencia y comentarle a alguien nuestros planes; es decir el itinerario, lugar, fecha y ruta. Con estos datos, en caso de accidente, la búsqueda será delimitada y mucho más eficiente”.
Además, sugiere:
Darse el tiempo de investigar el cerro o montaña que se subirá.
Contar con más de un dispositivos electrónico. No fiarse solo del celular, pues las baterías duran poco. Ideal es tener un Inreach de Garmin, cuya batería puede durar 14 días con intervalos de seguimiento de 10 minutos, y permite bajar mapas y enviar mensajes.
Y, a la usanza antigua, es bueno dibujar un plano para seguridad del deportista ante cualquier eventualidad.
A modo de prevención, siempre hay que llevar más de una ración de emergencia y abundante agua. Una manta de supervivencia es fundamental, pues le permite a la persona detenerse a esperar ayuda y no tratar de buscar el camino de regreso. Muchas veces las personas se pierden por no permanecer en un punto hasta que las encuentren. La manta de rescate ayuda a no sufrir hipotermia en caso de una larga espera en un punto fijo.
Finalmente, hoy las mochilas de trekking traen un silbato, que también resulta muy útil para la búsqueda.
