La mañana de este domingo, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) publicó un desgarrador informe sobre los estragos causados por el reciente sistema frontal que ha barrido la zona centro-sur de Chile. Según el último reporte ofrecido por Alicia Cebrián, directora nacional (s) de Senapred, el balance de daños ha sido severo, con un total de 1.991 personas afectadas en diversas regiones del país.
Las regiones más golpeadas por el fenómeno meteorológico han sido Bío Bío, O’Higgins y la Metropolitana. El impacto ha sido significativo en estas zonas, con 53 personas aún refugiadas en albergues habilitados para enfrentar las adversas condiciones y 1.470 ciudadanos que permanecen aislados debido a los daños en infraestructura y los bloqueos en las vías.
El informe detalla también el estado crítico de numerosas viviendas en las áreas afectadas. Se han registrado 3.437 viviendas con daños menores, mientras que 635 han sufrido daños mayores. Además, más de 4.000 viviendas se encuentran en proceso de evaluación para determinar la magnitud de los daños y las reparaciones necesarias.
En cuanto a los problemas con el suministro eléctrico, la situación es igualmente alarmante. Más de 507.000 clientes se encuentran sin electricidad, con la interrupción del servicio extendiéndose desde la Región de Coquimbo hasta Los Lagos. La Región Metropolitana es una de las más afectadas, con más de 355.000 usuarios sin suministro eléctrico. La falta de energía está exacerbando las dificultades para las familias afectadas, especialmente en medio de las bajas temperaturas y las condiciones adversas.
Alicia Cebrián también subrayó que, según la información proporcionada ayer por la Dirección Meteorológica de Chile, se ha establecido una alerta meteorológica para los vientos moderados a fuertes en las regiones de Maule y Bío Bío. Se advierte que las ráfagas podrían alcanzar hasta 70 km/h en algunos sectores, lo que podría agravar aún más la situación en las zonas ya afectadas.
Este informe subraya la urgencia de las medidas de respuesta y la necesidad de una cooperación continua entre las autoridades y las comunidades locales para mitigar el impacto del desastre. Se están movilizando recursos para apoyar a las víctimas, reparar las infraestructuras dañadas y restablecer el suministro eléctrico en las áreas afectadas. Las autoridades instan a la ciudadanía a seguir las recomendaciones de seguridad y a mantenerse informados a través de los canales oficiales.