Después de intensas dos jornadas de negociaciones que pusieron a prueba la paciencia y la determinación de todos los involucrados, la Confederación Nacional de Trabajadoras del Programa de Alimentación Escolar (Confetrap) y la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) han alcanzado un acuerdo significativo en respuesta a las demandas de las funcionarias. Este acuerdo se firma en el contexto de un prolongado paro nacional que puso en evidencia serias deficiencias en la gestión del servicio de alimentación escolar.
La movilización, que alcanzó su punto álgido con una masiva protesta, fue provocada por el incumplimiento durante más de cinco meses por parte de la empresa Las Lagunas, la cual se encarga de los servicios de alimentación escolar. Esta situación había generado una gran preocupación entre las trabajadoras, quienes se enfrentaban a la falta de pago de sus finiquitos. La cifra de trabajadoras afectadas por la mora en los pagos asciende a más de 4.500, lo que desató un amplio movimiento de protesta.
Durante las extensas reuniones que se llevaron a cabo para solucionar este conflicto, se abordaron diversos puntos críticos. En primer lugar, se acordó el pago inmediato de los finiquitos pendientes a las trabajadoras, cumpliendo así una de las principales demandas de Confetrap. Este paso es fundamental para resolver la crisis financiera que enfrentaban muchas de las afectadas.
Además del aspecto económico, el acuerdo incluye compromisos clave para mejorar las condiciones laborales de las manipuladoras de alimentos. Se establecieron acciones específicas destinadas a garantizar la seguridad en el trabajo, lo cual incluye la implementación de medidas concretas para prevenir futuros incidentes que puedan derivar en nuevas paralizaciones. La Junaeb se comprometió a trabajar en conjunto con Confetrap para fortalecer el programa educativo relacionado con la alimentación escolar, buscando evitar así que situaciones similares se repitan en el futuro.
Este acuerdo no solo pone fin a la paralización que afectó a miles de escolares y sus familias, sino que también marca un paso importante hacia la resolución de las deficiencias en el servicio de alimentación escolar. Las partes involucradas han expresado su satisfacción con el resultado de las negociaciones y han destacado la importancia de la cooperación mutua para garantizar la estabilidad y el buen funcionamiento del programa.
Con la firma del acuerdo, se espera que las trabajadoras reciban sus pagos pendientes en el corto plazo y que se implementen las mejoras necesarias para asegurar un entorno laboral seguro y eficiente. La resolución de este conflicto es un alivio tanto para las trabajadoras como para los beneficiarios del programa, quienes pueden volver a confiar en la calidad del servicio de alimentación escolar.