El fin de semana largo con interferiado ha dejado un rastro de violencia y tragedia en el país, con un saldo de 18 asesinatos, de los cuales 17 ocurrieron en la región Metropolitana. Estos alarmantes números reflejan una escalada de crímenes que ha conmocionado a la ciudadanía y las autoridades.
La mitad de estas muertes se concentran en dos eventos de extrema violencia. El primero tuvo lugar en Lampa, donde una fiesta se convirtió en un escenario de horror con cinco personas muertas tras una balacera. El segundo incidente ocurrió en Quilicura, donde una masacre dejó cuatro adolescentes sin vida.
El comienzo de esta serie de tragedias se remonta a la noche del viernes, cuando en el Club Departamental Sport de Pedro Aguirre Cerda, un sujeto encapuchado descendió de un automóvil y disparó 14 veces contra su víctima, quitándole la vida al instante.
La madrugada del sábado trajo más violencia. En Renca, un enfrentamiento entre bandas rivales en la población Santa Emilia culminó con la muerte de un hombre de 22 años, quien recibió múltiples impactos de bala durante una disputa que involucró a al menos 30 personas.
Esa misma noche, en el sector La Pincoya de Huechuraba, una balacera dentro de un domicilio que operaba como botillería resultó en la muerte de una mujer. Los atacantes, que llegaron en un vehículo, dispararon al interior del local, hiriendo a cuatro mujeres y matando a una de ellas.
El sábado también se descubrió un brutal asesinato en Viña del Mar. Un hombre fue baleado 47 veces en la población Manuel Bustos, y se presume que se utilizaron tres armas en el ataque.
La madrugada del domingo fue particularmente sangrienta. Cuatro adolescentes, de entre 13 y 17 años, fueron asesinados en Quilicura mientras celebraban un cumpleaños con una fogata en una plaza. Desde un vehículo, los atacantes dispararon más de 40 veces. Por este crimen, hay un detenido que fue formalizado el miércoles.
En paralelo, en Talagante, un enfrentamiento en la población Clara Solovera resultó en la muerte de un chileno y un colombiano, ambos asesinados a tiros. Este caso también cuenta con un detenido que fue formalizado.
La madrugada del lunes no fue menos violenta. En Independencia, dos hombres fueron baleados en la calle Gamero, y uno de ellos murió tras recibir un disparo en la cabeza. Esa misma noche, en Estación Central, un ciudadano ecuatoriano fue asesinado a tiros en un cité ubicado en plena Alameda.
El crimen que concentra la mayor cantidad de víctimas se produjo el martes en Lampa. Cinco personas fueron asesinadas a tiros al interior de una parcela durante una fiesta que comenzó al amanecer y se extendió durante todo el día. Las víctimas son cuatro hombres y una mujer, con nacionalidades de Venezuela y República Dominicana. Según el último reporte de la Fiscalía, hay tres detenidos por este hecho.
Para finalizar este sombrío recuento, la noche del martes, un hombre fue asesinado a disparos mientras conducía en Cerro Navia. El ataque provocó que la víctima perdiera el control del vehículo y chocara contra el muro perimetral de una casa.
Esta ola de violencia ha puesto en jaque a las autoridades, quienes buscan medidas urgentes para frenar la escalada de crímenes y restablecer la seguridad en la región Metropolitana y el país entero.
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