La Tasa de Desocupación en Chile Desciende a 8,3%: Tercera Baja Consecutiva según INE

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha publicado los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo correspondiente al trimestre marzo-mayo de 2024, revelando que la tasa de desocupación en Chile ha alcanzado un 8,3%. Este dato marca la tercera reducción consecutiva en los niveles de cesantía a nivel nacional.

Comparado con el mismo período del año anterior, se ha registrado un descenso de 0,2 puntos porcentuales en la tasa de desempleo. Este fenómeno se explica principalmente por el incremento en la fuerza de trabajo, que creció un 3,1%, aunque a un ritmo ligeramente inferior al aumento de las personas ocupadas, que fue del 3,3%.

Los sectores que más contribuyeron al incremento de la población ocupada durante este período fueron la administración pública, con un crecimiento del 16,9%, el transporte con un 5,3% y las actividades relacionadas con la salud, que aumentaron un 4,2%. En cuanto a las categorías ocupacionales, se destacó el aumento de personas asalariadas formales, con un crecimiento del 3,2%, y de las asalariadas informales, que mostraron un incremento del 7,1%.

Estos datos reflejan una dinámica positiva en el mercado laboral chileno, donde diversos sectores han mostrado capacidad de absorción de mano de obra, especialmente en áreas clave como la administración pública y los servicios de salud. Este contexto alienta expectativas de una mejora sostenida en las condiciones de empleo y una recuperación gradual de la economía nacional.

La baja en la tasa de desocupación también refleja políticas y medidas implementadas tanto por el sector público como por el privado, destinadas a fortalecer la creación de empleo y el dinamismo económico. Sin embargo, persisten desafíos en términos de calidad del empleo y la necesidad de garantizar condiciones laborales dignas y estables para todos los trabajadores.

El análisis detallado de la Encuesta Nacional de Empleo permite observar no solo las cifras globales de desempleo, sino también las tendencias sectoriales y ocupacionales que están configurando el panorama laboral del país. Estos datos son fundamentales para la formulación de políticas públicas orientadas a promover un mercado laboral inclusivo y resiliente frente a futuros desafíos económicos y sociales.