El reciente sistema frontal que azotó la región del Bío Bío ha dejado un impacto significativo en la fauna local, con un número alarmante de animales afectados. Según el Colegio Médico Veterinario (Colmevet), la cifra preliminar de animales que han sufrido las consecuencias de este evento climático asciende a 800. Sin embargo, los especialistas advierten que esta cifra podría incrementarse y superar los 2.000 animales a medida que se accede a más áreas afectadas y se recopila información adicional.
Entre los animales perjudicados se encuentran gallinas, cerdos, equinos y bovinos, todos ellos severamente afectados por las inundaciones y el clima extremo. La situación es particularmente grave para dos pumas, especies protegidas y en peligro de extinción, que lamentablemente perecieron ahogados durante el temporal. Esta pérdida subraya la vulnerabilidad de la fauna silvestre ante fenómenos naturales de gran magnitud.
Carla Timmermann, subdirectora de la Comisión Nacional de Respuesta a Desastres del Colmevet, ha explicado que muchos animales permanecen aislados debido a la persistente acumulación de agua en sus hábitats. “Son animales que no han podido ser sacados de los lugares donde están, por el agua”, afirmó Timmermann, enfatizando que muchos de estos animales están sufriendo de hipotermia y desnutrición, ya que no han podido acceder a alimento.
Las difíciles condiciones de acceso a ciertas áreas han impedido a los equipos de rescate y evaluación obtener cifras exactas de la cantidad de animales afectados. Este obstáculo ha generado una incertidumbre considerable, llevando a los expertos a prever un aumento significativo en el número de animales impactados. La estimación actual sugiere que la cifra podría exceder los dos mil, a medida que se descubren más casos y se realizan evaluaciones más detalladas.
La respuesta a esta crisis ha sido inmediata y coordinada, con el Colmevet y otras organizaciones trabajando intensamente para rescatar y asistir a los animales en riesgo. Sin embargo, la magnitud del desastre y las condiciones adversas presentan un desafío considerable para las operaciones de rescate y ayuda. Los equipos en terreno están dedicados a estabilizar a los animales afectados, proporcionando cuidados médicos, alimento y refugio temporal.
Además, la situación ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de estrategias de mitigación y preparación para desastres que incluyan a los animales domésticos y silvestres. La región del Bío Bío, como muchas otras áreas propensas a eventos climáticos extremos, debe reforzar sus planes de contingencia para proteger a la fauna ante futuros desastres naturales.
En resumen, el sistema frontal que golpeó la región del Bío Bío ha provocado una crisis significativa en la fauna local, con más de 800 animales afectados y una cifra que se espera aumente considerablemente. La labor de las organizaciones de rescate y la necesidad de estrategias de mitigación se han convertido en prioridades esenciales para enfrentar y superar los desafíos planteados por este desastre climático.